Los microplásticos constituyen un grave peligro, sobre todo para el ecosistema marino. Y no se trata sólo de un problema de contaminación marina con un material que es extremadamente duradero y que tarda cientos de años en descomponerse. El impacto en organismos marinos como focas, peces y mejillones, que ingieren microplásticos de forma pasiva o a través de su alimentación, también es un problema. Según un artículo de nature.com, tal vez la forma más sencilla de daño, al menos en lo que respecta a los organismos marinos, podría consistir en que los organismos ingirieran microplásticos sin valor nutritivo y, por tanto, no ingirieran suficiente alimento para sobrevivir.

Basándonos en nuestra cadena alimentaria, es lógico que los microplásticos puedan encontrarse en el cuerpo humano. Así lo confirman también estudios científicos recientes. La investigación en este campo está aún en pañales, por lo que poco se sabe actualmente sobre las posibles repercusiones en la salud de los seres humanos. Los investigadores creen que las concentraciones de microplásticos y nanoplásticos en el medio ambiente son actualmente demasiado bajas para ser perjudiciales para la salud humana. Algunos artículos recientes muestran algunos efectos nocivos de las partículas de plástico en ratones, pero estos resultados no pueden trasladarse a los humanos, debido a las diferencias en el sistema inmunitario, la circulación sanguínea y la ingesta de microplásticos. Además, incluso los estudios que encuentran una correlación estadística entre microplásticos en el cerebro y enfermedades de salud, no son capaces de probar una relación causal.

Tenemos que volver a distinguir entre microplásticos primarios y secundarios. La mayoría de los microplásticos secundarios acaban en los océanos debido a que los residuos plásticos se eliminan de forma incorrecta. Cada uno de nosotros puede contribuir a evitarlo recogiendo los plásticos y eliminándolos correctamente. Los microplásticos primarios, por su parte, se liberan en primer lugar debido al uso de productos que contienen plásticos y mucho menos también durante su producción, transporte y reciclado. Según la UICN, los microplásticos primarios llegan a los océanos a través de cuatro vías principales:
- Pérdidas directas en el océano, por ejemplo, revestimientos marinos
- Dispersión por el viento, por ejemplo, partículas procedentes de la abrasión de los neumáticos de los coches
- Escorrentía por carretera, por ejemplo, de las marcas viales
- Instalaciones de tratamiento de aguas residuales, por ejemplo, fibras de la colada doméstica

El uso más conocido es su efecto exfoliante. Las partículas de menos de 60 µm son menos adecuadas; el tamaño ideal es de unas 420 µm. Los plásticos utilizados son el polietileno (PE), el polipropileno (PP), el tereftalato de polietileno (PET), la poliamida (PA), el politetrafluoroetileno (PTFE, Teflón), el polimetacrilato de metilo (PMMA), el poliestireno (PS), el poliuretano (PUR) y diversos copolímeros (estudio sobre microplásticos de la UBA).

Según un estudio realizado por la Universidad de Münster en el que se examinaron 38 aguas minerales diferentes en botellas de plástico de un solo uso y reutilizables, botellas de vidrio y cartones de bebidas, hay restos de microplásticos en las botellas reutilizables tanto de plástico como de vidrio. Se encontraron menos partículas en las botellas de un solo uso y en los cartones de bebidas. La autora del estudio, Darena Schymanski, supone que esto tiene que ver principalmente con la limpieza necesaria en el caso de las botellas reutilizables. El agua del grifo presenta el nivel más bajo de microplásticos. Más información sobre microplásticos en el agua potable en la OMS.

Aquí hay varias opciones:
- Puede identificar compuestos plásticos solubles perjudiciales para el medio ambiente, por ejemplo microplásticos en cosméticos, detergentes y productos de limpieza, buscando nombres como acrilato, carbómero, polímero cruzado, copolímero y polibuteno en las listas de ingredientes. Consejo: Está prohibido el uso de plásticos solubles en cosméticos naturales certificados y productos de limpieza ecológicos.
- No utilices tejidos sintéticos (poliéster, nailon o acrílico): las fibras naturales como el algodón, la lana, la seda y el lino son biodegradables. Además, un ciclo de lavado corto a baja temperatura y una carga completa de lavado es mejor para los textiles sintéticos.
- También es importante que los plásticos se eliminen correctamente para que permanezcan en el bucle. Consejo: Recoge los envases de plástico que encuentres en el entorno y deshazte de ellos.
- Utiliza más el transporte público para reducir el desgaste de los neumáticos.

Los científicos llevan estudiando los microplásticos desde hace aproximadamente una década, pero el campo sigue desarrollándose debido a la falta de definiciones, métodos de ensayo y herramientas de medición estandarizados, lo que complica la comparación de resultados entre estudios. Los microplásticos varían en forma, tamaño y composición química, y su comportamiento difiere en diversos entornos como el aire, el agua, el suelo o el cuerpo humano. Por consiguiente, sigue habiendo lagunas en los datos, sobre todo en lo que respecta a los efectos a largo plazo sobre los ecosistemas y la salud humana. Además, la mayoría de las pruebas se han realizado en animales, lo que presenta diferencias razonables en comparación con los seres humanos.

Aunque los estudios han confirmado la presencia de microplásticos en la sangre humana, la leche materna, los pulmones e incluso el tejido placentario, aún no está claro cuánto tiempo permanecen en el cuerpo o si se acumulan con el tiempo. El organismo puede ser capaz de eliminar algunas partículas, especialmente las más grandes, a través de procesos biológicos normales, pero las partículas más pequeñas (especialmente los nanoplásticos) pueden persistir más tiempo y potencialmente atravesar las membranas celulares. Se necesita más investigación para comprender la dinámica de la retención, acumulación y eliminación de microplásticos.

Los nanoplásticos son aún más pequeños que los microplásticos: suelen tener un tamaño inferior a 1 micrómetro. Debido a su tamaño, pueden penetrar las membranas biológicas y potencialmente introducirse en órganos y tejidos, lo que los convierte en un área de creciente preocupación tanto para el medio ambiente como para la salud humana. Se está investigando su comportamiento e impacto.

No necesariamente. Muchos de los llamados plásticos "biodegradables" sólo se descomponen en condiciones específicas de compostaje industrial. Si acaban en el océano o en un vertedero, a menudo se degradan muy lentamente y pueden seguir formando microplásticos durante su descomposición.